Sagas familiares en el norte de Islandia: Einar Karason

Portada de la edición francesa.
Portada de la edición francesa.

La sabiduría de los locos de Einar Karason.

La literatura islandesa, la cultura islandesa, es una de los primeros productos de exportación de la isla, junto al aluminio. La crisis económica y política ha acrecentado la importancia de los artistas en su lado más intelectual y ciudadano. A pesar de la dificultad de poseer un idioma con muy pocos hablantes, las instituciones públicas desarrollan y apoyan a los escritores favoreciendo traducciones y viajes que muestren la calidad y la visión del mundo islandesa.

La crisis de 2008 ha devuelto, con acritud, a los islandeses a un mundo menos irreal y lujoso. Pero ello les ha permitido recobrar, al menos en parte, una dimensión de la vida más verdadera y menos fantástica. La falsa idea de pertenecer a un país elegido para el éxito se ha confirmado con la crisis política y ha obligado a revisar el modelo de vida de los ciudadanos islandeses.

Un ejemplo de ese pasado que se había olvidado rápidamente es lo que nos muestra Einar Karason. Nacido en 1955, poeta y escritor ha sido traducido al inglés, francés y a todas las lenguas escandinavas, aunque aún no al español. Conocido por su novela Devil’s Island, con cierto éxito en el mundo anglosajón, GuiadeIslandia.es hablará de su libro Heimskra manna ráð (La sabiduría de los locos), publicado en 1992.

Gracias a una saga familiar, contada por uno de sus miembros de la tercera generación, Karason repasa sesenta años de historia islandesa a través de las aventuras y desventuras de los Killian. La historia comienza en los años 30 y llega hasta los 90. La independencia de Islandia fue en realidad, una secesión en el contexto de la II Guerra Mundial. Muy oportuna para Gran Bretaña y los Estados Unidos, evitaba que el gobierno títere de la Dinamarca ocupada usase las islas Feroe e Islandia como base para los submarinos alemanes. Y todo esto tuvo lugar en 1944, por lo que toda la historia independiente de Islandia puede resumirse a una familia y tres generaciones. Exactamente las tres generaciones de la familia de Killian el chatarrero. Estas no son las intenciones de Karason, pero a pesar de ello, su libro retrata, un leve panorama de la historia de la Islandia de la segunda mitad del siglo XX.

Karason reúne en un solo libro un conjunto de relatos cortos, que bien podrían dispersarse en la landa islandesa. El libro posee una unidad, pero lo hace desde un tono bajo, muy neutro y sin verdadera acción. Las pequeñas historias de los Killian en un pueblucho del norte aislado, cerca de la pequeña ciudad de Akureyri y de las bases militares norteamericanas del norte de la isla. La vida de los personajes es bastante gris, incluida la de aquellos que triunfan y son reconocidos. Al mismo tiempo, los personajes fracasados, lo hacen sin caer en la miseria absoluta. La familia, el sistema político, el welfare state, les sostiene y les recupera. La redistribución y la igualación en una sociedad problemática, como todas, pero original, curiosa, tanto como lo es su geografía y naturaleza.

Pero finalmente, lo que se muestra es lo olvidado, el pasado humilde y rudo, el tiempo en que se reciclaban todos los materiales porque importarlos era imposible o muy caro. Un pasado de pícaros, inventores, listillos, embaucadores; de explotación y dolor, de sonrisas sin juegos de ordenador; de desamor y apariencia; de locura y sensatez, un pasado que aún está ahí. Basta con rascar un poco, basta con una crisis y un grito de ¡sálvese quien pueda!, para que reaparezca, ambivalente. Como tantas veces los retratos realistas de Escandinavia se acercan al tópico mediterráneo, mostrando que los extremos de Europa, del mundo, se tocan.

Einar Karason, pluma confirmada del paisaje literario islandés.
Einar Karason, pluma confirmada del paisaje literario islandés.

Con un estilo agradable pero relativamente liso, la novela nos traslada a un espacio igualmente neutro, que podría ser Escocia, Noruega o Irlanda. Lo mejor, sin duda, son las pequeñas pepitas históricas, los detalles que se reparten a lo largo del libro, conduciéndonos levemente hacia Islandia. Quienes busquen un decorado plenamente islandés, o un “alma” vikinga acabarán defraudados. Quienes lo lean como un preludio para conocer y leer más Islandia, lo apreciarán.