Culturalmente Islandia es una potencia a pesar de su reducido tamaño y escasa población. De hecho, Islandia cuenta con las tasas de lectura más altas de todo el planeta. La producción literaria y artística por habitante es también muy elevada. A pesar de sus 300.000 habitantes, o quizá por ello; a pesar de su clima nórdico, de sus periodos de oscuridad y luz cuasi total, o quizá por ello, los grupos de música, los novelistas, poetas, dramaturgos, pintores, artistas plásticos etc… son numerosos y de gran calidad.
Un atractivo cultural indudable para nuestro viaje, porque en Islandia siempre hay exposiciones algo que hacer relacionado con la cultura. Interesantes conciertos en el HARPA o en cualquier bar de Reykiavik, donde descubrir bajo el hielo un diamante en bruto.
Música en Islandia.
Más allá de la archiconocida Bjork, decenas de grupos de calidad internacional recorren el mundo exportando la música islandesa. Muchas veces no se les reconoce o no se les percibe como islandés. Es decir, el grupo, la banda, el solista, es conocido en todo el mundo, pero no lo identificamos necesariamente con Islandia. Ello se debe a que no existe un música folk netamente islandesa. Los grupos son muy variados. Van desde el jazz y la música clásica, hasta el rap, pasando sobre todo por el pop-rock, la música electro y todas las variedades del metal.
Bjork, polifacética artista, ha sido la punta de lanza de este desarrollo musical islandés. La artista comenzó su carrera en los años 80, con su grupo Sugarcubes, del que hablamos en uno de los artículos.
Hoy, grupos como Sigur Rós, Mûm, Mugison y Emiliana Torrini son conocidos, acompañando a Bjork, verdadero icono islandés. Los nórdicos, como en el resto de Escandinavia han reproducido los estilos predominantes del mundo anglosajón, dándoles su carácter y matices para conseguir una visibilidad mundial. Algo, que los grupos españoles, franceses, italianos o latinoamericanos rara vez consiguen. En buena medida se debe a una conexión cultural muy fuerte con Gran Bretaña y Estados Unidos y al uso del inglés como lengua franca. El que la práctica totalidad de los islandeses domine con fluidez el inglés, también ayuda.
Literatura islandesa.
La literatura islandesa es antigua ya que comienza en los poemas épicos y mitológicos del siglo XIII, los Eddas y las Sagas. Ya en el siglo XIX hay un renacimiento romántico. El siglo XX lo domina Haldór Laxness, Premio Nóbel en 1955. El final del siglo XX ve un renacimiento literario importantísimo, con autores de novelas intimistas, sociales. Algunos ejemplos de autores consolidados son Einar Már Guðmundsson; Jón Kalman Stefánsson o Oddný Eir.
Todo sin olvidar el boom de la novela negra nórdica. Varios autores de la isla son muy conocidos en todo el mundo, empezando Arnaldur Indridasson. Otros escritores del género policíaco importantes son Stefan Mani, Audur Ava Ólafsdóttir y Árni Thórarinsson.
La importancia de la literatura islandesa, y su gran implantación popular (Islandia encabeza las tasas de lectura y producción literaria por habitante del planeta) hace que le dediquemos una página específica:
Para ello entre en la sección sobre la Literatura islandesa.
Cine islandés.
El que la realización de una película requiera importantes fondos y un publico numeroso, ha hecho que el cine sea el arte menos desarrollada de Islandia. A pesar de ello, varios directores han destacado en los últimos años. Fridrik Thór Fridriksson ha llevado a la pantalla la adaptación del libro de Einar Már Gudmundsson, Ángeles del Universo (2000). Antes, con Hijos de la naturaleza de 1991, se hizo conocer al ser nominado al Oscar a la mejor película extranjera.
El otro gran director es Baltasar (Samper) Kormarkur, curiosamente de origen español. Kormarkur ha conseguido cierta visibilidad de sus películas, gracias a la participación como actor en películas norteamericanas como “No such thing” de Hal Hartley o en a mencionada Los Ángeles del Universo. Además, como director ha contado con la participación de actores conocidos internacionalmente como Forest Whitaker o Victoria Abril. Ha realizado 101 Reykjavík, El mar y Verdades ocultas. En 2006 rueda Jar City, basada en la novela del Arnaldur Indridason, Las Marismas. Y en 2012 dirige Contrabando con Mark Whalberg.
Finalmente Dagur Kari, el más joven de lo tres, destaca en los últimos años con cintas como Noi el Albino, Dark Horse o The good Heart.
Escultura y artes plásticas.
El escultor Ásmundur Sveinsson es el más importante de la escultura islandesa. Aún es poco conocida fuera de Escandinavia. Algunas de sus esculturas modernas y abstractas se exponen el parque, que rodea su casa taller en el barrio de Laugardalur, en Reykiavik.
Otros escultores importantes son Einars Jónssonar y Sigurjón Ólafsson.
Pintores.
Una vez más encontramos en Islandia representantes de todos lo géneros y estilos. Desde los pintores paisajistas, y no olviden que la isla es uno de los mejores lugares para descubrir paisajes de ensueño, encabezados por Jóhannes Kjarval, Jón Stefánsson, Thorarinn Thorláksson, Ásgrímur Jónsson o Júlíana Sveinsdóttir, hasta el arte abstracto que tiene como representantes a
Svavar Gudnason y Nína Tryggvadóttir.
Patrimonio.
Islandia cuenta con un patrimonio monumental más reducido que en otros países, pero apreciable. Se concentra, como todo, en la aglomeración de Reykjavik. En el resto del país, con pocas ciudades y de reducido tamaño, el urbanismo recuerda a la colonización ártica o a estaciones científicas,
Islandia cuenta con pocos grandes monumentos. Aunque algunos existen, como el HARPA Y la catedral de Reykjavik. En cambio, sí hallaremos un ambiente, un urbanismo recogido y de tamaño humano, pero al tiempo vivaz y colorista. Todos los estilos del siglo XX han dejado sus pequeños rastros en las ciudades y edificios. No obstante, siempre hay que recordar que fuera de la aglomeración de Reykiavik (200.000 habitantes), la ciudad más importante Akureyri tiene 17.000 y Husavik no llega a 3.000. Eso hace que las necesidades y los recursos limiten el tamaño de los edificios. Incluso tras la burbuja inmobiliaria de los años 2000, el desastre urbanístico nunca ha amenazado el país.
Arquitectura.
Si hay que hablar de edificios destaca la catedral luterana de Hallgrímskirkja (terminada en 1986), el edifico más alto de Islandia, que se puede ver desde todo Reykiavik. El HARPA es el otro referente arquitectónico, un complejo cultural y de exposiciones, plenamente contemporáneo y que recuerda vagamente a la Opera de Oslo.
Además de estos dos grandes edificios encontramos otros mucho más modestos pero llenos de encanto, como el hotel Borg, modernista y repleto de guiños art deco de 1930.
Y no podemos olvidar la Casa Nórdica, centro cultural diseñado por Alvar Aalto y terminado en 1976. En el edifico se encuentra una gran biblioteca y tiendas con productos típico y muestras del diseño islandés. Visita obligada.
Pero en Islandia lo que destaca es el conjunto. Tanto el conjunto urbano de Reykiavik con sus casas de colores, como las granjas desperdigadas pero el paisaje islandés. Granjas con techos turba donde crece hierba verde, un aislante natural barato e inteligente. Estas casas solían enterrarse en parte para resistir mejor al viento y las intemperies. Bien orientadas y pintadas de vivos colores dan una idea de cómo lo rústico debe ser la base de la arquitectura ecológica e inteligente.
Para mayor información visite nuestra sección de arquitectura y monumentos islandeses. Y para reservar excursiones visite esta página.
Diseño.
El diseño de objetos, el cuidado de las formas, la ergonomía son a la vez un arte y una industria. En Islandia, como en el resto de Escandinavia, el diseño es un referente. De igual manera que en Finlandia o Suecia, el design islandés comparte un estilo depurado y minimalista. Muebles, tejidos y ropas, materiales de construcción, joyas, utensilios de cocina.
Un centro estatal desarrolla e incentiva a los jóvenes diseñadores financiando proyectos y formando. Algunas de las marcas islandesas del diseño son Prolugus, Syrusson, Epal, Aurum, Nikita o Stella Design.